Archivo de septiembre 2012

19
Sep
12

Sobre el cambio climático

Convendría leer mi comentario sobre el modelo científico antes de continuar con este sobre el cambio climático (de hecho, originalmente era un único post, pero me he dado cuenta de que lo escrito sobre el modelo científico me será muy útil en futuros artículos).

Bajo mi punto de vista (y esto es por lo que considero que nunca podrá llegar a decidirse si todo lo relacionado con el cambio climático es antropogénico o no), no estamos en condiciones de poder determinar cuál de las dos teorías sobre el clima se ajusta mejor a los hechos: si la antropogénica o la natural. Conocemos por los estratos geológicos (he incluso por documentos históricos) que han existido cambios climáticos con anterioridad a la Revolución Industrial. Pero la cuestión es: ¿es eso suficiente como para descartar que este cambio climático sea antropogénico?

Hay que distinguir entre Meteorología y Climatología. Una es una ciencia que permite hacer predicciones sólo a muy corto plazo. La otra aun no está en condiciones de hacer predicciones (porque nos faltan las herramientas para poder hacerlo, herramientas teóricas y matemáticas, quiero decir). Que un cierto evento puntual (meteorológico) pueda ser achacable a los efectos de alguna de las dos visiones (antropogénica o no antropogénica) me parece sencillamente infantil. Eso no quiere decir que sea infantil preocuparse por lo que uno ve en la tele cada día de cómo parece que el clima está cambiando. Pero, desde un punto de vista científico, estamos, en mi opinión, muy lejos de poder llegar a decir tanto una cosa como la contraria. Tanto la Meteorología como la Climatología son simplificaciones muy acusadas de fenómenos extremadamente complejos, con una cantidad de variables indeterminadas apabullante, que no nos permite conocer si son o no importantes a la hora de elegir nuestras hipótesis (las «reglas del juego»).

Lo que sí comprendo perfectamente es que, Ciencia al margen, todo esto tiene una dimensión ética importante. No estamos hablando de si Plutón es o no un planeta. Estamos hablando de si tenemos una responsabilidad en lo que está ocurriendo a nivel global, o si no es así. Ahí es cuando yo, como ciudadano del mundo (y dejando al margen la Ciencia) me posiciono. Puede que no seamos responsables del calentamiento global, pero sí lo somos de la destrucción del entorno. Sólo como ejemplo voy a citar dos cuestiones: la deforestación y la contaminación de los mares.

Hemos deforestado en apenas dos siglos de una manera inclontrolada. Hemos contaminado en un siglo tanto los mares que en algunos puntos ya no existen algas en el fondo marino. Sólo por esos dos puntos ya estamos destruyendo la única fuente de oxígeno del planeta. Y los agentes que realizan todo esto (grandes compañías multinacionales, principalmente) no tienen la menor intención de cambiar su comportamiento. ¿Qué vamos a hacer cuando la masa vegetal (terrestre o marina; las algas son la principal fuente de oxígeno del planeta) empiece a no ser suficiente como para proporcionar oxígeno para todos?

Yo no me posiciono científicamente a favor de los que argumentan que el cambio climático es antropogénico (tampoco en contra). Lo que sí es cierto es que cuando leo las recomendaciones que hacen para frenar el cambio climático compruebo que las medidas que proponen inciden (entre otras) en frenar la deforestación, la contaminación y fomentan la protección de la naturaleza. Y eso sí que me convence. No ya porque podamos o no modificar el clima, sino porque al paso que vamos, y si no tomamos cartas en el asunto, terminará llegando un momento en el que tengamos problemas por la falta de oxígeno. Estamos poco a poco acabando con la única fuente (viable) de oxígeno del planeta.

Existen muchas más razones para posicionarse a favor de los que pretendemos conservar la naturaleza. Algunas son de carácter ético, otras más prácticas. Muchas son bastante incómodas para los que mueven mucho dinero. Al margen de cualquier otra razón, creo que la que acabo de indicar es tan básica que no caben discusiones al respecto.

19
Sep
12

Sobre el modelo científico

Me gustaría hacer en voz alta una reflexión sobre la ciencia en general. Es una reflexión sobre algo que creo que todo científico tendría que tener muy presente en todo momento, y que, según mi opinión y por desgracia, muy pocos siquiera conocen o tienen en cuenta.

La Ciencia (o las ciencias) no pretenden, en principio, explicar las causas de las cosas, sino explicar el comportamiento de las cosas. La diferencia es sutil, pero muy importante. La Ciencia construye «modelos» para explicar comportamientos. Esos modelos son las «reglas del juego» del comportamiento del fenómeno observado. Por ejemplo, en Química se establecen las reglas de cómo se forman las moléculas, partiendo de cómo se comportan los átomos al perder o ganar electrones. Esas «reglas del juego», o leyes científicas, deben cumplir dos requisitos:

1) Ser una aproximación del comportamiento real del fenómeno. Cuanto mayor sea la aproximación, mejor será el modelo.

2) En la medida de lo posible, las normas del juego deben permitir el desarrollo de una «teoría», es decir, que las consecuencias lógicas de esas leyes deberían permitirnos predecir nuevos eventos.

El que observemos eventos que contradicen alguna de las leyes de la teoría (ya sea las normas del juego iniciales o las consecuencias lógicas de éstas) sirve para indicarnos que hemos de revisar el modelo y sustituir alguna o algunas de las leyes iniciales por otra u otras.

Todo esto significa que, en el fondo, uno nunca puede estar seguro de que las leyes que conoce describen la realidad de lo que estudia. Lo más que puede decir es que «modelizan» el comportamiento de lo que estudia. Nos sirven para estudiar y (en el mejor de los casos) predecir eventos, pero no para comprenderlos (no para saber exactamente por qué ocurren, aunque a veces parezca que es así).

A veces uno tiene distintas teorías que, aparentemente, son contradictorias, pero que desde el punto de vista formal no lo son. Uno toma una teoría u otra dependiendo del nivel de exactitud que quiera tomar en un momento dado, o simplemente de lo adecuado que sea para lo que está haciendo. Por ejemplo, en Cosmología existen (al menos) cinco modelos del comportamiento de los planetas en el sistema solar: tenemos el modelo de Ptolomeo, que es descriptivo de lo que vemos. Tenemos el de Kopernico, que describe a grandes rasgos cómo es el sistema solar. Tenemos las Leyes de Kepler, que son más técnicas y menos descriptivas, pero que dan resultados muy exactos para tan pocos medios. Tenemos la Ley de la Gravitación Universal de Newton, que describe el fenómeno del movimiento de los planetas hasta el punto de permitió predecir la existencia de alguno de ellos, incluso antes de que alguien los detectara con telescopios. Y por último tenemos la Teoría de la Relatividad, que permite una precisión enorme y una visión muy profunda y didáctica de la realidad, pero que requiere un aparataje técnico muy importante.

Uno estaría tentado a pensar que Ptolomeo está en contradicción con Kopernico-Kepler-Newton, y que la Relatividad lo está con estos tres. Así que, en principio, uno podría esperar que al fin y al cabo sólo se usara la Relatividad. Sorprende entonces llegar a la Universidad, tomar una asignatura de Astronomía de Posición, y encontrarse con que el modelo de referencia allí es el de Ptolomeo. La razón es bien clara: cuando uno está intentando determinar la posición de una estrella o un planeta en el cielo, la Relatividad (incluso las Leyes de Kepler, o la de la Gravitación Universal) le sirven de muy poco, mientras que el viejo modelo ptolemaico sigue siendo útil, por la sencilla razón de que pone la Tierra en el centro, y eso exactamente lo que hacemos cuando intentamos localizar en el cielo un cuerpo celeste. ¿Eso quiere decir que todo lo que ha venido después no sirve? No. Eso quiere decir que para según qué cosas, uno toma mejor una teoría que otra, sin estar por ello entrando en contradicciones, con tal de que la propia teoría no tenga contradicciones internas.

Hoy en día, en Física, se usan varias teorías para comprender la Física de Partículas. Son distintas formas de explicar el comportamiento de lo que apenas podemos observar. En el momento en que las distintas teorías entren en conflicto (es decir, predigan efectos contradictorios), podremos hacer experimentos para decidir cuál de ellas se adecuan más a la realidad (aproximan mejor los resultados, es decir, son un modelo «mejor»).




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