Hace ya unos años que me atreví a hacerlo, a leer ese deliciosos relato. Además, como no era largo en exceso, decidí acompañarlo (como hago de vez en cuando) de música clásica, esta vez del cuarteto para cuerda número ocho de Shostakovitch (¡gracias, Jose!). La experiencia fue brutal. Algo sin igual, de esas cosas que te cambian la vida, que transforman tu forma de ver las cosas, aunque no de forma inmediata. Como me pasó con "El lobo estepario", con "Así habló Zaratustra" o con "Rayuela", esta narración cambió mi forma de mirar el Universo.
Pero hay algo que me llamó la atenció desde el principio. Y es por eso por lo que hoy escribo sobre ello. Desde luego, "La metamorfosis" (o "La transformación", como debería haberse traducido desde un principio al castellano "Die Verwandlung", entre otras cosas por respeto a Ovivio), es uno de los relatos más famosos de la historia de la Literatura, pero también uno de los más incomprendidos. La mayoría de los lectores con los que he hablado sobre el relato (algunos con un altísimo nivel intelectual) no dudan cuando, al preguntarles sobre el argumento del mismo (y sobre su significado) dicen sin más: "es la narración de cómo un sujeto se transforma en un insecto y de cómo la sociedad o rechaza". Falso. Eso es un tremendo error.
"Cuando Gregor Samsa despertose una mañana, después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto." Esa es la primera frase del relato. ¿Cómo encaja que un relato que se titula "La transformación" comience con la propia transformación como un hecho consumado? Reconozco que, yo mismo, al acercarme al famosísimo cuento, me imaginaba que iba a encontrar algo así como lo que ocurre en la película "La mosca", una transformación de un individuo en un insecto. Pero lejos de eso, lo que uno descubre nada más comenzar es que la trasnformación en insecto de "presunto" protagonista (espero que lo de calificarlo de presunto quede claro enseguida) es ya un hecho consumado e irreversible.
¿Qué cuenta entonces un relato de varias decenas de páginas? Pues nos habla, sobre todo, de cómo la familia de Gregor Samsa, que al empezar del relato depende totalmente de él (padre, madre y hermana), como insectos parásitos, evolucionan en unos meses a personas trabajadoras y autónomas, llegando a la independencia total de aquel ser que antes fuera una persona y que al final (espero no destrozar el cuento a nadie) termina por morir como un enorme insecto.
La metamorfosis, lejos de hablar de la transformación de alguien en un insecto, en un parásito, y en cómo se ve rechazado por la sociedad (que también), se centra en cómo una sociedad -abandonada por quien la mantiene- saca fuerzas de flaqueza y decide mantenerse a sí misma; de cómo la familia de Gregor Samsa, ante la imposibilidad de éste para seguir manteniéndola, decide ponerse a trabajar para salir adelante.
Ésa es la verdadera metamorfosis, la que va del parásito al ser autosuficiente.
Gran lección para muchos que viven en una ciudad con cerca de un 30% de paro entre la población activa. Pero claro, es que en Cádiz no se lee.
Dejo los detalles de la narración para quien sienta curiosidad. Sobre todo eso de cuando le lanzan la manzana -símbolo del corazón, y por lo tanto, de los sentimientos, entre las civilizaciones de origen eslavo, como la checa- al insecto y se le queda clavado, incrustado en el caparazón. Es de lo más explícito, y a la vez de lo que más necesita pensarse al leer esta magnífica obra.
Espero, lector, que si no has leído "La metamorfosis", dejes de perder el tiempo leyéndome a mí y corras a buscar al maestro Kafka.
Saludos.