Archive for the 'Uncategorized' Category

08
Feb
15

Juan Tortosa, sobre el acoso mediático a Podemos

Sin palabras. Se puede decir más alto pero no más claro. Juan Tortosa dixit:

Lo veo tan burdo todo que no doy crédito. Puede que Juan Carlos Monedero intuyera el linchamiento al que lo están sometiendo, puede que supiera a lo que se arriesgaba cuando parió “Podemos” y que no le extrañe nada de lo que le está sucediendo, pero yo estoy directamente escandalizado.

Me produce verdadero bochorno el espectáculo que le estamos brindando al resto del mundo. Una dinastía de ladrones hijos de ladrones, que durante decenios y generaciones se han hinchado de robarnos a manos llenas, intentando meter en el mismo saco sus fechorías y la irregularidad fiscal de un profesor universitario quien, probablemente por estar mal asesorado, no acertó con la manera exacta de tributar un dinero ganado durante varios años fuera de España.

Me preocupa mucho la saña con la que intentan hacer trizas a Juan Carlos Monedero, claro que sí. Pero mucho más me preocupa el trasfondo. Lo que son capaces de llegar a hacer los poderosos cuando intuyen que su impunidad y su barra libre pueden correr peligro.

Media docena de profesores universitarios dan con la tecla y ponen hace un año el dedo en una llaga por la que nos estábamos desangrando. Encuentran, como nadie lo había hecho hasta entonces, la manera de dejar en evidencia a la sarta de mentirosos que estaban llevando nuestras vidas al precipicio. Son modestos profesores universitarios, sí. pero valientes. Convencidos que hay momentos en la vida donde hay que dar un paso adelante. Y lo dan. Otros muchos pudieron o pudimos haberlo dado. Pero no lo hicimos. Fueron ellos.

Con su osadía consiguen remover las estructuras del país hasta extremos inimaginables incluso para ellos mismos. Y desde entonces, esto es la guerra. Una guerra en la que, una de las cosas que más llama la atención, es la carencia de toda sutileza por parte de los dueños de los cañones, que desde el minuto uno tiran a dar. Directos a la yugular, a pecho descubierto y sin disimulo alguno.

Mas hete aquí que tanto descaro, despreciando la inteligencia del ciudadano medio, acaba redundando ¡oh, sorpresa! en un aumento de las simpatías hacia los vituperados. Habrá, pues, que aumentar la dosis de vileza. Los mangantes de toda la vida no tienen problema para eso: cuentan con suficientes resortes, dineros, paniaguados y estómagos agradecidos como para ir soltando cargas de profundidad cada vez más dañinas: directos al mentón, al hígado y a la entrepierna de estos incautos intelectuales. Sin piedad alguna.

Por tierra, mar y aire comienza un bombardeo cuyos objetivos principales son las tres personas que la noche del 25 de mayo aparecieron en las teles de todo el mundo camino del lugar donde iban a celebrar una victoria que nadie esperaba: cinco diputados al parlamento europeo gracias a un millón doscientos mil votos conseguidos por la formación que habían impulsado apenas cuatro meses antes. Desde entonces no han dejado de darles hasta en el carnet de identidad, para estupor de los corresponsales extranjeros que no saben cómo explicar en sus periódicos internacionales la caza al hombre decretada en un país presuntamente democrático cuyos dirigentes no parecen tener reparo en resucitar viejos fantasmas cainitas.

A la misma vicepresidenta del gobierno que se negó siempre a hablar de los problemas del partido popular en las ruedas de prensa del consejo de ministros porque, no era un asunto del gobierno, le ha faltado tiempo para demonizar a Monedero, citando su nombre con todas sus letras, y magnificar una cuestión que ella misma sabe que es menor frente a su larga lista de clamorosos silencios por asuntos verdaderamente graves.

Al mismo ministro de Hacienda que obvió asuntos como el de Urdangarín, Bárcenas, Blesa, Rato o la broma aquella de los carnets de identidad de Cristina de Borbón le ha faltado tiempo para airear la existencia de una inspección a un ciudadano cuya única responsabilidad, muy probablmente, es haber estado mal asesorado.

Al socaire de esta caza al hombre, palmeros de prensa, radio y televisión, machacan uno tras otro a estos osados promotores del terremoto político más serio que ha sacudido el país en los últimos cuarenta años. Nunca existió tanta unanimidad en la animadversión como la proyectada hacia este grupo de intelectuales metidos a políticos que transmiten una gran convicción en sus capacidades para obtener el respaldo suficiente que les permita cambiar este país. En su columna de este sábado en “La Vanguardia”, Gregorio Morán afirma que salimos “a una media de seis artículos diarios contra Podemos, repartidos entre catedráticos con pretensiones, plumillas avezados, vejestorios egregios y funcionarios varios“. Algunos de ellos, añadiría yo, insignes pelotas suyos no hace mucho y que, fieles a su miserable condición, no se privan de hacer leña apenas sospechan que el árbol al que adulaban puede acabar siendo derribado.

No sé si conseguirán acabar políticamente con Monedero, cosa que personalmente lamentaría muchísimo porque todo este episodio me parece innjusto, desproporcionado y vergonzoso por la imagen de país que proyectamos hacia el exterior. Pero lo que sí sé es que no van a parar. El miedo los está volviendo violentos y peligrosos, muy peligrosos.

No hay que caer en sus trampas, y la que ahora han puesto en marcha para ganar minutos y batallitas es conseguir centrar y monopolizar el debate en las presuntas irregularidades de las personas de Podemos, obligándoles así a defenderse permanentemente, lo que roba un tiempo precioso a lo sustancial: las denuncias de las fechorias del gobierno, los bancos, la troika, el aumento de la injusticia y la pobreza… El mundo derrumbándose y nosotros hablando de mariconadas.

J.T.

El texto original aquí, en su blog Las carga el diablo, en Público.

19
Sep
12

Sobre el cambio climático

Convendría leer mi comentario sobre el modelo científico antes de continuar con este sobre el cambio climático (de hecho, originalmente era un único post, pero me he dado cuenta de que lo escrito sobre el modelo científico me será muy útil en futuros artículos).

Bajo mi punto de vista (y esto es por lo que considero que nunca podrá llegar a decidirse si todo lo relacionado con el cambio climático es antropogénico o no), no estamos en condiciones de poder determinar cuál de las dos teorías sobre el clima se ajusta mejor a los hechos: si la antropogénica o la natural. Conocemos por los estratos geológicos (he incluso por documentos históricos) que han existido cambios climáticos con anterioridad a la Revolución Industrial. Pero la cuestión es: ¿es eso suficiente como para descartar que este cambio climático sea antropogénico?

Hay que distinguir entre Meteorología y Climatología. Una es una ciencia que permite hacer predicciones sólo a muy corto plazo. La otra aun no está en condiciones de hacer predicciones (porque nos faltan las herramientas para poder hacerlo, herramientas teóricas y matemáticas, quiero decir). Que un cierto evento puntual (meteorológico) pueda ser achacable a los efectos de alguna de las dos visiones (antropogénica o no antropogénica) me parece sencillamente infantil. Eso no quiere decir que sea infantil preocuparse por lo que uno ve en la tele cada día de cómo parece que el clima está cambiando. Pero, desde un punto de vista científico, estamos, en mi opinión, muy lejos de poder llegar a decir tanto una cosa como la contraria. Tanto la Meteorología como la Climatología son simplificaciones muy acusadas de fenómenos extremadamente complejos, con una cantidad de variables indeterminadas apabullante, que no nos permite conocer si son o no importantes a la hora de elegir nuestras hipótesis (las «reglas del juego»).

Lo que sí comprendo perfectamente es que, Ciencia al margen, todo esto tiene una dimensión ética importante. No estamos hablando de si Plutón es o no un planeta. Estamos hablando de si tenemos una responsabilidad en lo que está ocurriendo a nivel global, o si no es así. Ahí es cuando yo, como ciudadano del mundo (y dejando al margen la Ciencia) me posiciono. Puede que no seamos responsables del calentamiento global, pero sí lo somos de la destrucción del entorno. Sólo como ejemplo voy a citar dos cuestiones: la deforestación y la contaminación de los mares.

Hemos deforestado en apenas dos siglos de una manera inclontrolada. Hemos contaminado en un siglo tanto los mares que en algunos puntos ya no existen algas en el fondo marino. Sólo por esos dos puntos ya estamos destruyendo la única fuente de oxígeno del planeta. Y los agentes que realizan todo esto (grandes compañías multinacionales, principalmente) no tienen la menor intención de cambiar su comportamiento. ¿Qué vamos a hacer cuando la masa vegetal (terrestre o marina; las algas son la principal fuente de oxígeno del planeta) empiece a no ser suficiente como para proporcionar oxígeno para todos?

Yo no me posiciono científicamente a favor de los que argumentan que el cambio climático es antropogénico (tampoco en contra). Lo que sí es cierto es que cuando leo las recomendaciones que hacen para frenar el cambio climático compruebo que las medidas que proponen inciden (entre otras) en frenar la deforestación, la contaminación y fomentan la protección de la naturaleza. Y eso sí que me convence. No ya porque podamos o no modificar el clima, sino porque al paso que vamos, y si no tomamos cartas en el asunto, terminará llegando un momento en el que tengamos problemas por la falta de oxígeno. Estamos poco a poco acabando con la única fuente (viable) de oxígeno del planeta.

Existen muchas más razones para posicionarse a favor de los que pretendemos conservar la naturaleza. Algunas son de carácter ético, otras más prácticas. Muchas son bastante incómodas para los que mueven mucho dinero. Al margen de cualquier otra razón, creo que la que acabo de indicar es tan básica que no caben discusiones al respecto.

19
Sep
12

Sobre el modelo científico

Me gustaría hacer en voz alta una reflexión sobre la ciencia en general. Es una reflexión sobre algo que creo que todo científico tendría que tener muy presente en todo momento, y que, según mi opinión y por desgracia, muy pocos siquiera conocen o tienen en cuenta.

La Ciencia (o las ciencias) no pretenden, en principio, explicar las causas de las cosas, sino explicar el comportamiento de las cosas. La diferencia es sutil, pero muy importante. La Ciencia construye «modelos» para explicar comportamientos. Esos modelos son las «reglas del juego» del comportamiento del fenómeno observado. Por ejemplo, en Química se establecen las reglas de cómo se forman las moléculas, partiendo de cómo se comportan los átomos al perder o ganar electrones. Esas «reglas del juego», o leyes científicas, deben cumplir dos requisitos:

1) Ser una aproximación del comportamiento real del fenómeno. Cuanto mayor sea la aproximación, mejor será el modelo.

2) En la medida de lo posible, las normas del juego deben permitir el desarrollo de una «teoría», es decir, que las consecuencias lógicas de esas leyes deberían permitirnos predecir nuevos eventos.

El que observemos eventos que contradicen alguna de las leyes de la teoría (ya sea las normas del juego iniciales o las consecuencias lógicas de éstas) sirve para indicarnos que hemos de revisar el modelo y sustituir alguna o algunas de las leyes iniciales por otra u otras.

Todo esto significa que, en el fondo, uno nunca puede estar seguro de que las leyes que conoce describen la realidad de lo que estudia. Lo más que puede decir es que «modelizan» el comportamiento de lo que estudia. Nos sirven para estudiar y (en el mejor de los casos) predecir eventos, pero no para comprenderlos (no para saber exactamente por qué ocurren, aunque a veces parezca que es así).

A veces uno tiene distintas teorías que, aparentemente, son contradictorias, pero que desde el punto de vista formal no lo son. Uno toma una teoría u otra dependiendo del nivel de exactitud que quiera tomar en un momento dado, o simplemente de lo adecuado que sea para lo que está haciendo. Por ejemplo, en Cosmología existen (al menos) cinco modelos del comportamiento de los planetas en el sistema solar: tenemos el modelo de Ptolomeo, que es descriptivo de lo que vemos. Tenemos el de Kopernico, que describe a grandes rasgos cómo es el sistema solar. Tenemos las Leyes de Kepler, que son más técnicas y menos descriptivas, pero que dan resultados muy exactos para tan pocos medios. Tenemos la Ley de la Gravitación Universal de Newton, que describe el fenómeno del movimiento de los planetas hasta el punto de permitió predecir la existencia de alguno de ellos, incluso antes de que alguien los detectara con telescopios. Y por último tenemos la Teoría de la Relatividad, que permite una precisión enorme y una visión muy profunda y didáctica de la realidad, pero que requiere un aparataje técnico muy importante.

Uno estaría tentado a pensar que Ptolomeo está en contradicción con Kopernico-Kepler-Newton, y que la Relatividad lo está con estos tres. Así que, en principio, uno podría esperar que al fin y al cabo sólo se usara la Relatividad. Sorprende entonces llegar a la Universidad, tomar una asignatura de Astronomía de Posición, y encontrarse con que el modelo de referencia allí es el de Ptolomeo. La razón es bien clara: cuando uno está intentando determinar la posición de una estrella o un planeta en el cielo, la Relatividad (incluso las Leyes de Kepler, o la de la Gravitación Universal) le sirven de muy poco, mientras que el viejo modelo ptolemaico sigue siendo útil, por la sencilla razón de que pone la Tierra en el centro, y eso exactamente lo que hacemos cuando intentamos localizar en el cielo un cuerpo celeste. ¿Eso quiere decir que todo lo que ha venido después no sirve? No. Eso quiere decir que para según qué cosas, uno toma mejor una teoría que otra, sin estar por ello entrando en contradicciones, con tal de que la propia teoría no tenga contradicciones internas.

Hoy en día, en Física, se usan varias teorías para comprender la Física de Partículas. Son distintas formas de explicar el comportamiento de lo que apenas podemos observar. En el momento en que las distintas teorías entren en conflicto (es decir, predigan efectos contradictorios), podremos hacer experimentos para decidir cuál de ellas se adecuan más a la realidad (aproximan mejor los resultados, es decir, son un modelo «mejor»).

14
Ago
12

¿Bajar los salarios para salir de la crisis?

Me hago eco del llamamiento del Profesor Vicenç Navarro en su artículo «¿Bajar los salarios para salir de la crisis?«, y lo copio íntegramente aquí para darle publicidad (los vínculos a los artículos citados son míos; por desgracia, uno de ellos no es accesible directamente).

 

Un dogma que se ha extendido en los establishments financieros, económicos, mediáticos, académicos y políticos de España es que para salir de la crisis hay que bajar los salarios. Tal creencia ha sido reforzada por el último informe sobre España del Banco Central Europeo dado a conocer el pasado jueves (09.08.12), el cual subraya la necesidad de que se bajen los salarios y el salario mínimo (así como otras medidas encaminadas a debilitar al mundo del trabajo, como la descentralización y debilitamiento del proceso de negociación colectiva) a fin de aumentar la competitividad de la economía española y con ello facilitar la recuperación económica de España. El argumento que se utiliza para justificar tales medidas es que, al no poder devaluar la moneda (posibilidad denegada a los países de la Eurozona al tener todos ellos la misma moneda) a fin de abaratar los productos y hacer al país más competitivo, la única solución que les queda a tales países que están en recesión es abaratar los productos a base de disminuir los salarios. De esta manera serán más y más competitivos y venderán más productos, exportando más y más, convirtiendo tales exportaciones en el motor de la economía, permitiendo así que salgan de la recesión. Este argumento ha pasado a ser parte de la teología de tales establishments y se reproduce no solo por los equipos económicos de los partidos gobernantes, la mayoría conservadores y liberales (en realidad neoliberales), sino también entre economistas que gozan de gran visibilidad mediática y que han tenido responsabilidad gubernamental tanto a nivel central como autonómico (gobierno Zapatero y tripartito), ahora en la oposición. Podría citar muchas declaraciones recientes de economistas próximos al PSOE y al PSC que, añadiendo un “tono de realismo” (que siempre se utiliza para defender tesis neoliberales), concluyen que sí, que hay que descender los salarios como parte de lo que Paul Krugman y muchos otros han llamado la “devaluación doméstica”. Por cierto, incluso la Monarquía está promoviendo esta creencia (que ha alcanzado niveles dogmáticos) en sus proclamas. Así, el heredero del trono de España, el Príncipe Felipe, en su inauguración de unos de los campus del centro de reflexión y promoción neoliberal, el IESE, hizo referencia a que “nuestros precios y salarios están marcando el ritmo del retorno al sendero de la competitividad”, lo cual, decodificada la narrativa diplomática, quiere decir que las bajadas de salarios están preparando la salida de la crisis, mediante el supuesto aumento de la competitividad (discurso probablemente preparado por Javier Ayuso, periodista económico de persuasión neoliberal, exdirector de comunicaciones del BBVA, que hoy trabaja en temas de comunicación en la Casa Real).

Los supuestos de tal dogma

Tal dogma, como todos los dogmas, se basa en fe en lugar de evidencia científica. En primer lugar, incluso si aceptáramos por un momento la necesidad de devaluación doméstica, tal bajada de los costes de producción puede hacerse a base de reducir los beneficios empresariales, en lugar de los salarios, posibilidad que casi nunca se menciona. Y cuando, raramente se hace, es para descartar tal posibilidad pues –según ellos- ello desincentivaría la inversión. Mírese como se mire, se propone cargar el peso de la recuperación económica en las espaldas de los trabajadores y no sobre las de los empresarios, a los cuales hay que darles todas las facilidades y estímulos para que exporten, pues ahí es donde radica toda nuestra salvación. Pero los datos muestran el error de los supuestos sobre los que se basa tal dogma. Veámoslos.

El error de los supuestos que sustentan el dogma

Uno de los centros de investigación económica próximo al mundo empresarial de las grandes corporaciones estadounidenses (The Conference Board) acaba de publicar un detallado estudio de la evolución de los salarios en la Eurozona que muestra que éstos han descendido de una manera muy marcada en España, Irlanda, Grecia y Portugal (los famosos países PIGS en la terminología anglosajona). Como promedio los costes laborales han descendido un 15% desde 2009. Pero como bien señala el economista belga Ronald Janssen, este descenso de los salarios y aumento de los beneficios no ha ido, por lo general, acompañado de un aumento ni de las inversiones ni de las exportaciones (“Falling Wage Costs: Europe’s Light at the end of the tunnel”). Janssen muestra gráfica y convincentemente en su artículo que en Grecia, por ejemplo, el muy marcado descenso de los salarios, incluidos en la manufactura, no ha ido acompañado de un aumento de las exportaciones. Antes al contrario, éstas han descendido también muy marcadamente. Grecia, por cierto, tenía un fuerte sector exportador antes de que se iniciara la crisis en el 2008. Los salarios pues han bajado (caído en picado) en Grecia pero ello no ha supuesto ni un crecimiento de las exportaciones ni de las inversiones. Lo único que ha subido han sido los beneficios empresariales que se han disparado alcanzando una cifra equivalente a un 12% del PIB griego. Mientras, la economía griega está yendo de mal a peor.

En España y en Portugal, sin embargo, las exportaciones sí que han crecido sobre todo a partir del 2009. Tal crecimiento sin embargo no ha sido suficiente para reavivar la economía de tales países. En ambos países, la gran destrucción de empleo (en parte responsable del aumento de la productividad), consecuencia de las políticas de austeridad y de la gran bajada de salarios, ha creado una recesión tal que el aumento de las exportaciones no ha sido suficiente para estimular de nuevo la economía. La bajada de salarios que en teoría está aumentando las exportaciones está a la vez deprimiendo la economía doméstica, venciendo esta última a la primera. Ello confirma lo que varios autores hemos estado señalando durante bastante tiempo: el gran error, mostrado muchas veces en Latinoamérica, de querer estimular la economía a base de colocar el sector exportador en el centro de la economía. No fue hasta que gobiernos de izquierdas y centroizquierdas potenciaron la demanda doméstica que aquellos países de América Latina salieron de su recesión.

En este aspecto, es interesante ver la similitud de los argumentos neoliberales (presentados como argumentos de sentido común en las “ciencias económicas”) utilizados en América Latina y ahora aquí en España. Tales argumentos están siendo utilizados hoy en España no solo por las derechas sino también por economistas de partidos exgobernantes de centroizquierda, como el PSOE y el PSC, hoy en la oposición (resultado, por cierto, de la aplicación de tales políticas). Otro argumento que utilizan tales economistas, que asumen que la recuperación económica procederá del sector exportador (para lo cual exigen un descenso salarial), es que este tipo de recuperación deberá ser, por necesidad, muy lenta. En América Latina se insistió en ello, año tras año, durante toda una década de dominio liberal en las esferas de poder. La famosa luz al final del túnel, sin embargo, nunca se agrandó. En realidad, la famosa luz aparecía cada vez más lejos y más pequeña. Y está ocurriendo lo mismo ahora en España.

A donde está llevando este dogma

Todo este proceso era predecible. Es fácil de ver que tales políticas son erróneas. Solo se necesita mirar los datos y olvidarse de la teología neoliberal (presentada como conocimiento económico). Cuando tantos trabajadores están sin trabajo y cuando la mayoría de jóvenes están sin trabajo durante muchos años, significan una pérdida, muchas veces irreversible, de recursos productivos. Y esto es lo que está ocurriendo en España. Frente a un sector exportador vivo, existe una economía doméstica paralizada por una enorme falta de demanda, creada por la confluencia de bajada de salarios, destrucción de empleo, y reducción de gasto público. Esta fue la situación en Latino América en el periodo neoliberal y ésta es la situación en los países PIGS ahora (convertido en GIPSI, con la inclusión de Italia).

En realidad, la bajada de salarios está creando una enorme recesión no solo en los países periféricos de la Eurozona sino también en los países del centro. El nivel de demanda de la manufactura (PMI, purchasing manager index) está bajando también en Alemania y en Francia a niveles de Italia, habiendo alcanzado cuotas por debajo de lo que se considera el nivel aceptable y/o sostenible. Y ello era, de nuevo, predecible, pues gran parte de las exportaciones alemanas y francesas son importaciones italianas, españolas, portuguesas y griegas. Y la bajada de salarios y recortes de gasto público están reduciendo dramáticamente el consumo doméstico y exterior.

La respuesta del establishment alemán no es estimular la demanda en Alemania y en los otros países de la Eurozona sino al contrario. Sus políticas públicas están recortando los salarios de los trabajadores alemanas y (presionando a través del Bundesbank y, por lo tanto, del BCE) de los trabajadores de los países periféricos de la Eurozona, conduciendo al precipicio a toda la Eurozona. Se inicia así una competición para ver quién paga menos a sus trabajadores. Estos son los costes de continuar creyendo en el dogma neoliberal. Pero como bien ha dicho la Organzacion Internacion del Trabajo, en su respuesta al informe del BCE, tal estrategia llevará a una depresión no solo europea sino mundial. Lo que está ocurriendo en la Eurozona es un ejemplo de las consecuencias de tales políticas. Su venidera recesión puede llevar a una gran depresión. En realidad, para miles de españoles y de europeos esta depresión ya ha llegado. Estos son los costes de continuar creyendo y aplicando el dogma.

Una última observación. La enorme fuerza e influencia del pensamiento neoliberal en España (resultado del gran poder que tiene la banca y la gran patronal en los fórums mediáticos y políticos) se refuerza con la enorme pasividad de las izquierdas. Y no me estoy refiriendo a los partidos políticos (a los que habría que reformar sustancialmente) y a los sindicatos sino a las personas que se consideran de izquierdas y que con su pasividad están permitiendo que tal pensamiento y las políticas que las sustentan (que están haciendo mucho daño) continúen. De ahí que me permito sugerirle al lector de este artículo que se movilice y que, si está de acuerdo con la tesis que expongo (enormemente minoritaria en España, debido a su marginación en los medios), envíe este artículo a todo tertuliano, a todo periodista, a todo canal informativo que reproduce tal dogma, a fin de mostrarles que lo que dicen y promueven no tiene ninguna base científica, denunciando con ello, su función propagandística en lugar de informativa. Permítame una observación personal. Mi blog recibe alrededor de 10.000 contactos al día. Si suponemos que al menos un 10% coinciden con mis tesis y éstos enviaran cartas o llamaran a los medios cada vez que tal propaganda ocurre, tales medios captarían el mensaje de que la población es consciente de su actitud propagandística, exigiéndoles mayor rigor y diversidad. La enorme pasividad de las personas de izquierda debería sustituirse por una agitación social e intelectual que mostrara las enormes falsedades de la sabiduría convencional que se reproduce a través de los medios de información de mayor difusión, transformándolos en medios de persuasión. Una de las grandes insuficiencias de la democracia española es precisamente la falta de diversidad de tales medios. La ciudadanía debería movilizarse para protestar y denunciar tal situación.

02
Jul
12

Sobre la autoestima y la selección nacional

Carta enviada al director de EL PAÍS, 2 de julio de 2012.

Estimado señor director de EL PAÍS:

Leí hace dos días su artículo de opinión sobre la autoestima y la selección. Hoy, apenas unas horas después de que esos chavales consiguieran el triunfo histórico, quisiera hacer una reflexión sobre el mismo.

Dicen ustedes en su artículo que los españoles «se dividen, como en todo gran acontecimiento, en dos grandes facciones»: los que con la posible victoria de la selección se consuelan ante las malas situación y perspectiva económicas, y quienes ponen el acento en que la victoria en Kiev no nos salvará de los recortes, de la subida de la prima de riesgo o del aumento del paro.

Quiero pensar que más allá de ese dualismo secular de las dos Españas, existen personas que nos consideramos de una tercera facción. Personas que consideramos que el fútbol, como cualquier deporte, cumple la función social de promover valores. Y si por algo se justifica la existencia de un espectáculo que mueve tantos recursos económicos, debería de ser casi exclusivamente por ello. Hay algunas personas –pocas, pero creo que cada vez más– que creemos que el fútbol, el deporte en general y nuestra selección en particular, deberían inspirar y representar en la población los valores con los que juegan en el campo.

Afán de superación, que nos ha permitido dejar de creer en la superstición de la maldición de cuartos, que nos ha mostrado que podemos traspasar nuestros propios límites. El valor del esfuerzo, que ha demostrado como el trabajo intenso, paciente, de toda una vida da unos frutos más que merecidos. Solidaridad y compañerismo, porque la selección es un equipo, un equipo en el que todos ganan o pierden todos juntos, en el que las individualidades y las personalidades se aceptan siempre que todos colaboran para el bien común. La inteligencia, la sabiduría, la técnica, el arte: el juego bonito, que nace del saber hacer, del buen hacer, pero que no se basa en meras tentativas, sino que es el resultado lógico de conjugar esfuerzo con cabeza. Estos son algunos de los valores e ideales que a algunos nos inspira la selección.

Puede que mañana lunes la prima de riesgo vuelva a dispararse, puede que de nuevo los mercados nos amenacen con desahuciarnos, puede que este tercer torneo en cuatro años no nos sirva para que baje el paro. Pero estos chavales nos están marcando el rumbo. Y lo hacen al igual que antes que ellos lo han hecho tantos otros brillantes deportistas en otras disciplinas, al igual que tantísimos científicos o artistas que triunfan más allá de nuestras fronteras, al igual que la gran marea silenciosa de magníficos profesionales que, a pesar de todos los problemas, consiguen que este maldito y dichoso país aun siga adelante. Ellos nos marcan los valores y los ideales que llevan al triunfo.

Hace poco más de cuatro años era un sueño pensar que, por una vez, España podía pasar de cuartos. Hace poco más de cuatro años cualquiera que hubiera dicho «España va a ganar dos veces la Eurocopa y encima también el Mundial que media entre ellas» hubiera provocado carcajadas. Y sin embargo estos chavales, con sus valores, con sus ideales, con su ejemplo nos han demostrado hasta dónde podemos llegar.

Existe una tercera forma de entender eso de «todos con la roja».

30
Abr
12

Cuando la realidad imita al arte.

Llámenme conspiranoico, pero tengo una teoría. Tengo la teoría de que –al menos en esta crisis– la realidad nos está intentando comunicar un mensaje secreto. Un mensaje en forma de imágenes propias del Renacimiento. Y creo que, lo sepan ellos o no, los fotógrafos de noticias políticas son los intermediarios de ese mensaje.

¿Acaso no parece aquí Obama pintado por el mismísimo Giotto?

O la chica de la foto del movimiento Occupy Wall Street, ¿no parece pintada por Leonardo?

Y para finalizar, les presento a los nuevos ángeles de la Madonna Sixtina (los famosos angelitos de Rafael):

Se agradecerán nuevas «avistaciones».

15
Abr
12

Los vídeos cortos imprescindibles para comprender la crisis

Recomiendo ver cada uno varias veces y dándole varias veces al botón de pause hasta comprender bien lo que dicen en cada frase.

Cómo funciona el sistema financiero, explicado de forma sencilla:

https://www.youtube-nocookie.com/embed/C2xkX5Ecp7A

El origen de la crisis actual:

El caso español:

https://www.youtube-nocookie.com/embed/N7P2ExRF3GQ

https://www.youtube-nocookie.com/embed/TfRSfF296js

20
Feb
12

¡A por ellos!

La policía pegando palizas a niños que sólo piden no pasar frío en clase:

Un votante del PP arrepentido y desesperado:

Una reforma del mercado laboral que, según el propio ministro, no va a crear empleo.

Según los convocantes, 450.000 manifestantes. Según la policía, 50.000.

Según los convocantes, 450.000 manifestantes. Según la policía, 50.000.

Una situación económica que, según el propio presidente del Gobierno, aun va a ir a peor. Cientos de miles de personas manifestándose contra las medidas esclavistas. Políticos corruptos absueltos, un juez inhabilitado tras una farsa de juicio por investigar la corrupción y los crímenes del franquismo, por una corte de corte franquista. Y un infante consorte que se forra con dinero público.

La ideología del PP, según El Roto.

Pensamiento único.

Pensamiento único.

Como dije hace hoy tres meses: el retorno de los brujos.

06
Feb
12

Aprendiendo a hablar.

Hacía ya tiempo que estaba rumiando escribir este artículo. No quiero que se lea como si estuviera dando lecciones a nadie, porque si uno lee mi propio blog comprenderá que yo mismo tengo que aplicarme mucho de lo que voy a decir. Pero lo cortés no quita lo valiente, y me parece importante que alguien diga esto de una vez.

Dos acontecimientos recientes han precipitado que esta reflexión llegue definitivamente a cobrar forma escrita. Por un lado, un percance tonto con un usuario de un foro. Por otro lado, la reflexión que Miquel López Iturriaga ha realizado en su blog El comidista (uno de los pocos blogs que tengo el placer de seguir) sobre el linchamiento público al que Ivan Thays está siendo sometido por este artículo.

Una de las peores herencias que los españoles les legamos a Latinoamérica es nuestra completa falta de tacto a la hora de decir las cosas a la cara. Se puede (y se debe) ser completamente sincero, pero también se puede (y se debe) hacer un esfuerzo por escoger las formas y las palabras para transmitir ese mensaje. A este caso le vienen perfectamente las palabras de McLuhan: «el mensaje es el medio». Para empezar, como dice Harry el Sucio en una de sus películas, «las opiniones son como los culos: todo el mundo tiene uno». Así que lo primero que deberíamos hacer es aprender a aceptar las opiniones ajenas como lo que son: opiniones y ajenas. No hace falta dejar de hablarse con alguien porque la otra persona no opine como tú en lo que sea.

Pero creo que además deberíamos hacer un gran esfuerzo por aprender a decir las cosas. En otras culturas, como la alemana, cuando hay que hacer una crítica a alguien, el crítico suele adoptar un perfil extremadamente diplomático y pedagógico. Se empieza no por soltar lo malo, sino por ensalzar lo positivo, y luego, con mucha tranquilidad y mucho tacto, se indica aquello con lo que se discrepa, razonando mucho en por qué se discrepa de ello, y ofreciendo una alternativa no como una imposición, sino como una mejora. Todo ello envuelto, como es natural, en un ambiente de escucha y de comprensión mutuas.

No es ninguna tontería de lo que estamos hablando. Se llama «convivencia», y es la base de una sociedad. No me extraña que en España vivamos aun con la sombra de «las dos Españas». Saber escuchar y aceptar a los demás y sus opiniones, y especialmente saber transmitir a los demás las opiniones propias para que sean recibidas como sugerencias para hacernos mejores, y no como puñaladas donde más duelen es una de las grandes asignaturas pendientes de nuestra sociedad. Eso también es educación. Eso también es cultura. Y como todo lo que es cultura y educación, eso se aprende a base de esfuerzo y de voluntad. Así que la próxima vez que alguien te suelte una perla y estés tentado a sacarle los ojos, prueba a contar hasta diez, respirar hondo, y en lugar de soltar un comentario hiriente, busca la manera de decir lo que quieres decir sin que el otro lo vea como un insulto, sino como una oportunidad para mejorar en algo. A lo mejor así resulta que terminamos comprendiéndonos todos los unos a los otros y nos quedamos sin la inmensa mayoría de los problemas y las cosas que nos joden la vida.

05
Dic
11

E pur si commuove

Elsa Formerno es la nueva ministra de trabajo y política social italiana, designada por Monti. Mientras desgranaba la nueva sarta de medidas aprobadas para reducir la deuda pública italiana, no pudo evitar romper en lágrimas por la dureza de las mismas y su impacto psicológico.

Conmovedor. Pobrecita tecnócrata. Me pregunto si derramaba las mismas lágrimas cuando cobraba como directiva de Intensa Sanpaolo. O como miembro de la comisión de expertos del Banco Mundial. O si cuando desde el ultraliberal Center for European Policy Studies hablaba de la insostenibilidad de los sistemas de pensiones del estado de bienestar.

Debe de ser duro luchar toda tu vida por defender las ideas de los ricos, cobrar las jugosas migajas que se caen de la mesa de los banqueros con la conciencia limpia de quien se engaña a sí mismo -«si no lo hago yo, lo hará otro»-, presionar para que los accionistas -el jefe y sus compañeros de orgía- se sigan forrando a costa del hambre ajena, y pasar un buen día a ser quien dirige el cotarro. Tiene que ser jodido descubrir por las buenas que se acaban las excusas, que uno no puede seguir mirando para otro lado pensando que qué se le va a hacer, que el mundo es así, y que mejor sacar provecho que ser uno de los que pasan hambre. Tiene que ser jodido que te digan: «ahora tú llevas el timón, y no puedes vender acciones, guapita». Nada de apalancamiento, nada de posiciones en corto. Ahora tienes que hacer economía de verdad, de la real, de la que produce, de la que da de comer. Y descubrir que tus décadas de ganar dinero y de pensar en términos de cómo aumentar beneficios en esa ruleta rusa que es el nuevo orden financiero internacional se estrellan contra la realidad de la economía de la calle, de la gente que tiene que trabajar de verdad para vivir, de un país lleno de gente joven sin oportunidades, que nace ya con deudas. Tienes que ser una putada haberte creído durante toda tu vida las tesis de la Escuela de Chicago, el reaganismo y la mare que los parió, y que te metas voluntariamente en el mayor marrón de tu vida para darte cuenta inmediatamente que tienes escrúpulos, que cuando llega la hora de la verdad te da por pensar en la pobre viejecita que sobrevive con su pensión. En los millones de viejecitas como ella. En los niños que van a tener que pasar frío en sus escuelas proque hay que ahorrar calefacción. En los jóvenes con ganas de estudiar y llevar adelante el país que se verán forzados a servir hamburguesas de sol a sol. Ay Mario, sigue tú, que de verdad que yo no puedo. Tú tranquila, Elsita, qué le vamos a hacer, no hay alternativas. Créetelo, joder, que estamos en la tele.

Como dijo Arturo Perez-Reverte, «a la política se viene llorado de casa». Si usted es un mierda, tenga por favor la decencia de ser un mierda hasta el final, no me venga con flaquezas de espíritu y lágrimas de cocodrilo. Y si de verdad tiene escrúpulos, si de verdad siente algo por esa pobre gente a la que le está exigiendo que dejen de ser parte del primer mundo, que vuelvan a la postguerra, guárdese las lágrimas y échele cojones a Monti, a Merkel, al FMI y a Goldman and Sachs. Deje de rezarle a Milton Friedman y desempolve los libros de Keynes. Que la Escuela de Chicago está muy bien para forrarse, pero es una putada para el 99% de la gente. Lo otro, Stieglitz y Krugman, también funciona. No te puedes forrar en 20 minutos, pero funciona. Funcionó en la postguerra, con un continente arrasado. ¿Cómo no va a funcionar ahora?

Así que déjese de gastar kleanex. Sí que hay alternativas. Y todo empieza por echar de los gobiernos a personas como usted, directivos de los mismos grandes bancos que hundieron la economía mundial y que hoy son ministros de economía, pirómanos haciendo de bomberos. Porque no se puede poner al lobo a cargo de las ovejas. Y en lugar de sacar la dichosa tijerita, podrían ustedes continuar por meterle mano a Berlusconi. Y me refiero a la cartera, usted ya me entiende. A Berlusconi, a la Iglesia Católica y a la Mafia. Combatan el fraude fiscal, hagan pagar lo que tienen que pagar a los que tienen que pagar. Déjense de una puta vez de santiguarse y mirar para otro lado: Italia está como está porque allí, como aquí, a los que mandan (los que mandan de verdad, no los recaderos que se eligen en las urnas) se les ha dejado hacer toda la vida. Sin hacerles pagar.

Déjese de pedir sacrificios, señora Fornero. Déjese de recortar pensiones, elevar edades de jubilación, congelar sueldos, despedir funcionarios, etc, etc. Empiece por poner las cuentas claras. Lo mismo así resulta que al final sí que cuadran.




May 2024
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031